martes, 17 de febrero de 2015

Orejas de carnaval


Buenos días y feliz martes de carnaval para todos!!!

No hay confitería de España, en donde se vean en sus escaparates, platos llenos de orejas, filloas o rosquillas. Para quien no se anime a cocinarlas en casa esta bien, pero la verdad es que son bastantes caras, más si tenemos en cuenta que los ingredientes de la receta son poco y muy económicos, y que como debemos estirar la masa muy fina, nos salen muchas. 

La receta es muy parecida a la de las tortas fritas de Argentina, menos por el anís y por la forma de estirar la masa.

Empezamos???

Ingredientes

500 g de harina
2 huevos
50 ml de anís (se puede reemplazar por esencia, pero no es lo mismo)
1 cucharadita de café de sal
120 g de azúcar glas
100 g de manteca de vaca cocida (se puede reemplazar por mantequilla)
Ralladura de 1 limón
Aceite de girasol para freír

Empezamos tamizando el azúcar glas. Lo ponemos en un bol y le añadimos los huevos. Con ayuda de unas varillas (o tenedor, como les sea más cómodo) formamos una pasta. 

Agregamos la ralladura del limón, la sal y el anís.

Por último fundimos la manteca de vaca y se la añadimos a la mezcla anterior.

Ahora tamizamos la harina y de a poco la vamos agregando al bol. Al principio nos podemos ayudar con un tenemos o cuchara de madera, pero luego tendremos que amasar a mano hasta integrar toda la harina. No debemos agregar mas harina de la que marca la receta, porque sino la masa nos quedará muy dura.

Vamos a hacer unos pequeños bollitos de masa, y los iremos estirando de a uno. De ésta forma no añadimos harina a toda la masa. 

Estiramos cada parte de masa con ayuda de un rodillo, lo más finito que podamos. Hay que espolvorear un poco de harina sobre la superficie de trabajo, pero sin pasarse, solo para que no se nos pegue la masa.

Para formar las orejas usé un cortador redondo grande, y con ayuda de un dedo, fruncí uno de los laterales para darle el típico aspecto. También podemos cortar un trozo rectangular con un cuchillo y hacer lo mismo con uno de sus lados. 

Calentamos el aceite en una sartén y vamos pasando las orejas. Pondremos tantas como entren en la sartén, pero sin que se encimen. Cuando estén doradas les damos la vuelta y esperamos unos minutos. Sacamos y las ponemos sobre una fuente con papel absorbente. 

Queda a gusto del consumidor espolvorearlas con azúcar glas. 


A mi me gustas con azúcar glas por encima y frías, pero hay quien se quema los dedos por comerlas recién sacadas del aceite! ajjajajjaa...pero no diré nombres. Para aquellos que prefieren el carnaval con rosquillas, aquí tenéis la receta.

Solo me queda decir que es una receta fácil y que el truco principal está en estirarlas finitas. No hay secreto. Así que, disfrutad de éste martes festivo y preparadlas para una merienda especial!!!

lunes, 16 de febrero de 2015

Croquetas dulces



Con esta receta participo en el Reto de Febrero 2015 de Cocineros de Mundo en Google+ en el apartado de Dulce

Hola a todos!!! Desde hace tiempo que tenías ganas de hacer unas croquetas dulces, pero no me terminaba de decidir sobre que masa usar. Así que me incliné por hacer la crema que más le gusta a mi maridín...la crema pastelera.

Para hacerlas usé el truco de las dos cucharas, pero mejor vayamos paso a paso y empecemos por el principio.

Ingredientes

5 yemas
150 azúcar
70 g de maicena
400 ml de leche
100 ml de nata
1 vaina de vainilla (o 1 cucharadita de café de esencia de vainilla)
1 huevo
125 g de almendra molida
Aceite de girasol para freír

Lo primero que vamos a hacer es preparar la pastelera. Para ello ponemos la leche y la nata en una pota; abrimos la vaina de vainilla por la mitad y rascamos las semillas. Las echamos dentro de la pota y calentamos.

Mientras batimos las yemas con el azúcar hasta que estén cremosas. Añadimos la maicena y batimos un poco más hasta que se integre todo. 

Cuando la leche empiece a burbujear, la retiramos del fuego y con ayuda de un cucharon sacamos un poco de líquido y lo agregamos a las yemas azucaradas. Mezclamos bien y las vertemos en la pota de la leche y nata. Llevamos al fuego nuevamente sin parar de remover con ayuda de unas varillas. Lo haremos a fuego lento, y en cuanto empiece a espesar la apartamos del calor.

Ahora vamos a volcar la pastelera en un cuenco, y las tapamos con papel film en contacto con la superficie. Dejamos que se enfríen y las llevamos a la nevera durante 2-3 horas. Lo ideal sería hacerla el día anterior y dejarla toda la noche en la nevera.

Cuando esté bien sólida, la sacamos de la nevera, y con ayuda de dos cucharas vamos formando las croquetas. Las pasamos por huevo batido, y las rebozamos con la almendra molida, como si fuera pan rallado.

Una vez que las tengamos todas hechas, calentamos el aceite y las vamos pasando hasta dorarlas. No debemos dejarlas mucho tiempo porque se quemará la almendra y se nos desharán las croquetas. Las dejamos reposar sobre papel de cocina para absorber el excedente de aceite. Las dejamos enfriar, las cubrimos con papel film (sin presionar) y las metemos en la nevera durante 30 minutos mínimo.


Las podemos servir como merienda con un vaso de leche fría...


O como postre después de una comida.


Lo mejor es que la pastelera queda cremosa y conserva su sabor intacto. La almendra que da crocante y le da un puntito extra de sabor. 

Si queremos que queden aún más crocantes, las rebozamos con copos de maíz machacados (los típicos del desayuno).

Lo más divertido es ver la cara de la gente cuando de postre les pones una tapita de corquetas...jajajjaja el aspecto es de unas de jamón!... Bromas a parte, mi consejo es que os animéis a preparalas, porque están de vicio!

Nos vemos pronto!

viernes, 13 de febrero de 2015

Cupcakes de crema de licor


Buenas noches!!! Hoy me he pasado la tarde llenando la casa de olor a bizcocho! Ja!!! Tenía ganas de preparar algo especial. Ya sé que hay gente que odia San Valentín, o que simplemente pasa olímpicamente de gastarse un montón de dinero en un día, cuando amar a alguien se demuestra cada día. La historia del santo San Valentín es muy bonita, pero es cierto que se conoce más por su lado comercial que por su leyenda. En fin, que no me enrollo más, aquí les dejo a los amantes del 14 de febrero una idea barata, original y dulce para un regalo personalizado (un desayuno en la cama, por ejemplo, jajajajja). También vale para aquellos que quieren agasajar a sus amores un miércoles cualquiera, por ser miércoles ;)

Allá vamos!!!

Ingredientes (para 12 cupcakes)

180 g de azúcar
100 g de mantequilla
3 huevos
250 g de harina
1 sobre de polvo de hornear
200 ml de crema de licor
180 g de chocolate blanco cobertura
100 g de chocolate negro cobertura

Precalentamos el horno a 180 ºC y ponemos las cápsulas dentro de los moldes.

Batimos la mantequilla en punto pomada con el azúcar. Cuando esté cremosa y no se vean grumos, añadimos los huevos uno a uno.

Tamizamos la harina junto con el polvo de hornear. Sin dejar de batir, agregamos el licor alternándolo con los ingredientes secos. Batimos hasta obtener una crema homogénea. Debo advertirles de que queda algo líquida, así que deberemos ayudarnos de una manga pastelera o de un dosificador de masa para rellenar las cápsulas.

Horneamos durante 15-20 minutos. Pasado ese tiempo los sacamos del horno y dejamos que enfríen completamente.

Ahora vamos a encargarnos de la cobertura. Ésta vez decidí hacer solo una cobertura de chocolate, pero para gustos, colores, así que si se prefiere, podemos hacer una buttercream o un glaseado de naranja, por ejemplo.

Yo soy muy amante del baño maría para fundir el chocolate, y más cuando hay que atemperarlo para poder hacer figuras. La fórmula que yo describo aquí no es la técnica, para esa necesitaremos termómetro y una buena encimera donde volcar el chocolate. Pero les aseguro que de ésta forma me sale igual, y es mucho más sencillo. 

Ponemos a baño maría media tableta de chocolate negro, en cuanto se funda retiramos el recipiente del contacto con el agua caliente, y añadimos el resto de la tableta troceada. Con ayuda de una espátula vamos removiendo hasta que se derrita todo, y no queden trozos de chocolate enteros. El aspecto que tendrá es el de una crema suave; si está muy líquido es que lo hemos calentado mucho, y debemos seguir removiendo hasta que se enfríe mas. Elegimos una boquilla lisa fina y preparamos una manga pastelera. La rellenamos con el chocolate y ya está lista para escribir o hacer figuras. Yo las hago sobre papel de horno, porque no se pega nada, así cuando se solidifica, lo podemos levantar sin problemas.

Mientras se endurece el chocolate negro, fundimos la 3/4 parte del blanco a baño maría, y cuando se derrita lo sacamos de la fuente de calor y añadimos el resto. En éste caso va a quedar un poco más líquido, pero como no vamos a hacer figuras, no hay problema. Lo volcamos en una manga con una boquilla lisa grande, para que salga más cantidad, pero de forma controlada. Lo que vamos a hacer es poner la manga sobre el cupcake de forma perpendicular al mismo, y presionamos un poco para cubrir la superficie. 

Antes de que endurezca del todo, los decoramos con las figuras de chocolate negro y dejamos que solidifique bien para que no se caigan o rompan.




Las figuras las podemos hacer del tamaño que queramos, y del color que más nos guste, ya que en el mercado existen chocolates de muchos colores diferentes.


Otra idea puede ser poner una letra en cada cupcake para formar un mensaje...




Por el contrario, en la foto de abajo, el mensaje está escrito en un solo cupcake.





Si nos fijamos bien en la receta, lleva pocos ingredientes, y es muy fácil de hacer. En cuanto al sabor, no puedo ser objetiva, ya que la crema de licor me encanta..ajajjaja...pero si que puedo decir que queda muy esponjoso y suave.

Bueno, para los amantes del 14 de febrero...Feliz San Valentín.....y para todos los demás, Feliz Sábado!!!

domingo, 8 de febrero de 2015

Una oruga muy dulce


Buenas tardes a todos!!! Aquí os dejo unas fotitos de una tarta divertidísima de Alicia en el país de las maravillas. Ya había hecho una de Alicia, o mejor dicho de media Alicia...ajjajajja, pero en ésta el protagonista es la oruga, y los personajes secundarios el conejo y el gato.


Todos los muñecos están hechos con pasta de goma, al igual que las flores.


El conejo me encantó! Las gafas la hice con alambre forrado, el que se usa para las flores de pasta de goma o de porcelana fría, y las pegué con pegamento comestible.

Las guardas y la hierba están hechas con glasé real. Para el primer caso usé una boquilla rizada, y para el segundo una que se parece a un dedal agujereado! ajajajaa

Para simular los estambres de las flores, usé glasé real amarillo con una boquilla lisa.


Por último, aunque no menos importante, el gato de cheshire. Adoro a éste gato...

El bizcocho elegido fue de chocolate. Para el relleno usé nocilla, así no había ningún problema con tener la tarta fuera de la nevera. Si se hace muy dulce para todos, se puede reemplazar por nata vegetal, que la podemos tener fuera del frío. 

La verdad es que quedó muy delicada, nada sobrecargada, y lo mejor de todo....RIQUÍSIMA!!! Que es algo muy importante, ja!

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Crema de chocolate negro con nata de naranja


Hola a todos! Hoy traigo una receta rica, rica. Es una crema de chocolate negro con nata montada saborizada. En éste caso le di un toque de naranja, que para mi gusto combina muy bien con el chocolate negro.También se puede hacer de otros sabores, añadiendo pulpa de fruta, o ralladura de cáscara en el caso de los cítricos.

Es muy fácil de hacer, y la consistencia es la de los petit suisse de chocolate que comen los niños. Una buena presentación puede hacerse en copas pequeñas (como la de la foto), solo rellenando el fondo; otra buena manera de servirlo es en chupitos, alternando una capa de crema de chocolate con otra nata, acabando siempre con la nata.

Vamos allá!!!

Ingredientes

Para la crema

400 ml de leche
100 ml de nata
4 yemas
120 azúcar
1 cucharadita de esencia de vainilla
40 g de maicena
180-200 g de chocolate negro cobertura

Para la nata

250 ml de nata para montar
70 g  de azúcar glas
1 cucharadita de cáscara de naranja 

Lo primero que vamos a hacer es poner en una pota la esencia de vainilla, la leche con la nata y el chocolate cortado en trocitos. Mientras esperamos a que el chocolate se funda batimos las yemas con el azúcar hasta que estén cremosas y blanquecinas. Añadimos la maicena y seguimos batiendo hasta que se integre bien.

Cuando el chocolate esté completamente fundido, separamos con un cucharón un poco, y lo agregamos a las yemas. Batimos a baja revolución para que se integre el líquido a la crema. Por último añadimos la mezcla a la pota con la leche, nata y chocolate, y cocinamos a fuego bajo hasta que espese. No debemos dejar de remover con ayuda de unas varillas. Cuando apenas empiece a burbujear, lo retiramos del fuego. 

Todavía en caliente, y con ayuda de un cucharón, ponemos la crema en los recipientes que hayamos elegido para la presentación y tapamos cada uno con papel film. Debe estar en contacto con la crema, para que no haga costra. Si la opción elegida es la de los chupitos, pasamos la crema de la pota a un recipiente frío y tapamos con papel film (en contacto con la superficie). Cuando al tacto esté templada, la ponemos dentro de una manga pastelera ( no es necesario una boquilla), y así podremos rellenar los chupitos sin mancharlos y con mayor facilidad.

Debemos poner la crema en la nevera durante unas dos horas hasta que esté fría y sólida. 

Para la preparación de la nata vamos a lavar una naranja y dejar bien limpia la cáscara. Rallamos hasta obtener una cucharadita de café. Tenemos que acordarnos de no rallar la parte blanca de la naranja, sino nos quedará un sabor amargo.

Ahora vamos a montar la nata. Para ello la nata debe estar bien fría  (3º-5º). Es bueno poner unos 10 minutos en el congelador el recipiente donde la vamos a batir. 
Empezamos a batir la nata y cuando esté cremosa añadimos de a poco el azúcar glas. Por último agregamos la cáscara de naranja y seguimos batiendo hasta montarla completamente.
La ponemos en una manga pastelera con una boquilla de estrella o lisa y decoramos la superficie de la crema de chocolate.

Un consejo: lo mejor es tapar cada recipiente con papel film antes de reservar en la nevera, para que la nata no tome feo sabor. 


Para terminar, y de forma opcional, se puede decorar con unas virutas de chocolate con leche, o chocolate blanco.


Si no queremos que la consistencia de la crema sea tan espesa como la de un petit suisse, pondremos solo dos yemas.

Solo me queda deciros buen provecho!!! No olvidéis comentar abajo...y recordad que me podéis seguir en facebookinstagram o google+!!!

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Mesa dulce




Últimamente está muy de moda montar mesas dulces para diferentes celebraciones como bautizos, comuniones, bodas, baby shower, etc. Pero a mi me basta la visita de unos excelentes amigos para homenajearlos con unos cupcakes y cakepops y dejarlos con un subidón de azúcar! Ja!

El expositor lo hice yo, con ayuda de unas bases de poliespán de alta densidad. Éste poliespán se consigue en las tiendas de material para construcción. Viene en una plancha de mas de un metro de largo y unos 70 cm de ancho. Hay varios grosores, pero con el de 2 cm basta. Se marca la figura que nos interesa sobre el material, y con la ayuda de un cutter cortamos. Lo bueno es que se pueden lijar los bordes con una lija de grano fino. Ésta mesa en concreto es sencilla del todo; es más una degustación que una mesa dulce.

Una vez que tenemos las bandejas para el expositor, solo nos queda elegir con que vamos a forrarlas: cartulina, cartón corrugado, tela, lo que mas os guste.

Aquí os dejo un vídeo como ejemplo:




Los cakepops los expuse de dos maneras:

La primera es colocándolos dentro de unas cápsulas para bombones.


La segunda es poniéndolos dentro de un recipiente con sal teñida para poder clavarlos.



La sal se puede teñir con colorante en polvo.

En cuanto los sabores de los cupcakes, elegí hacerlos de cerveza negra, terciopelo rojo, ferrero rocher y oreo. Los cakepops son de chocolate. Los que bañé con chocolate blanco están espolvoreados con cacao amargo, y los de chocolate negro con coco rallado.



Como veis es una mesa muy sencilla, sin tarta ni accesorios. Es ideal para hacer una degustación. Cuando preparemos una mesa dulce, debemos poner flores, y accesorios que personalicen y den calidez al trabajo, sin quitar el protagonismo a los dulces. aquí os dejo un ejemplo.








Así que ya sabéis, no hacen falta grandes celebraciones ni inversiones en expositores caros, solo imaginación y buenos amigos! 

Galletas de jengibre



Llegan la navidades!!! Parece que fue ayer cuando estábamos preparando la mesa para las fiestas, y aquí estamos otra vez pensando en los dulces, y los postres que pondremos.

La verdad es que con los polvorones y turrones que llenamos la mesa después de la cena, me llega..jajajja Así que opté por hacer unas galletas de jengibre para el desayuno. Tienen un sabor peculiar, fresco y suave, diferente. A mi gusto es una masa que prepararía solo para las fiestas, ya que prefiero los más clásicos como vainilla, en las galletas.

Ingredientes

250 g de miel
25 g de mantequilla
15 g de azúcar
1 cucharada de cacao amargo en polvo
2 huevos
450 g de harina
1 cucharadita de té de polvo de hornear.
1 cucharadita de té colmada de jengibre en polvo

Ponemos en un  cuenco la mantequilla en punto pomada. Añadimos el azúcar y el cacao. Mezclamos bien hasta formar una pasta homogénea. Agregamos la miel e integramos bien.

Añadimos el jengibre y los huevos uno a uno. Cuando tengamos una mezcla homogénea empezamos a agregar la harina poco a poco. Nos quedará una masa pegajosa (debe quedar así, NO añadan mas harina). La volcamos sobre papel film y envolvemos sin dejar ningún espacio sin cubrir. Dejamos reposar la masa en la nevera durante unos 30 minutos.

Pasado ese tiempo sacamos la masa del frío, amasamos un poco (si es necesario espolvoreamos harina) y estiramos con ayuda de un rodillo. Cortamos con cortapastas de la forma que queramos y las vamos poniendo en una bandeja previamente forrada con papel de horno.

Horneamos en horno precalentado a 180ºC durante unos 10-15 minutos. Debemos tener cuidado de que no se tuesten mucho, ya que al enfriarse se endurecen bastante.


Se pueden decorar con glasé o con fondant, como éstas de galletas de la foto de abajo, sin ningún problema, o como hice yo, sin nada, que están ricas igual. Ja!



Para que duren frescas el mayor tiempo posible, se deben guardar en un recipiente hermético o en una lata.

Para terminar no me queda más que desearles una Feliz Navidad!!!



domingo, 28 de septiembre de 2014

Alfajores de dulce de membrillo

 
Uno no sabe lo tiene hasta que lo pierde. Así podría definir yo éste dulce. Aunque aquí es cada vez más fácil conseguirlos, me gusta hacerlos en casa a mi gusto y el de la familia, claro!
 
Para la ocasión elegí un dulce de membrillo suave, para que a los peques les fuera más agradable su sabor, pero nosotros podemos reemplazarlo por el membrillo rojo, cuyo sabor es más intenso.
 
Ingredientes
 
Para la masa
 
250 g de harina
80 g de azúcar
4 yemas
80 g de mantequilla sin sal
1 cucharadita de bicarbonato sódico
De forma opcional se pueden añadir esencias de sabores o ralladuras de cítricos.
 
Para el glaseado
 
300 g de azúcar glas
1 clara de huevo
Zumo de limón
 
 
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que esté cremosa. Para ello necesitaremos que la mantequilla esté blanda (punto pomada).
 
Agregamos las yemas una a una. Si vamos a añadir esencias o ralladuras a la masa, éste es el momento.
 
Tamizamos la harina junto con el bicarbonato y lo vamos incorporando de a poco a la mezcla anterior. Cuando esté toda integrada, volcamos la masa sobre un papel film y la envolvemos bien. Dejamos reposar 30 minutos en la nevera.
 
Pasado ese tiempo la sacamos de la nevera, la estiramos con ayuda de un rodillo (será necesario espolvorear un poco de harina sobre la superficie de trabajo), y cortamos medallones con un cortador redondo. El grosor de estirado de la masa queda a gusto del consumidor, a mi me gustan de unos 5mm de grosor.
 
Ponemos los medallones sobre una placa forrada con papel de horno, y horneamos en horno precalentado a 150ºC durante 15 minutos aproximadamente (o hasta que estén doradas). Una vez listas las dejamos enfriar por completo antes de rellenar.
 
El membrillo que usaremos para preparar los alfajores, lo debemos triturar. Nos podemos ayudar de una batidora de vaso, o licuadora.
 
Tomamos un medallón, y lo untamos con la pasta de dulce de membrillo. Lo cubrimos con otro medallón y reservamos.
 
Vamos a preparar el glaseado. Podemos hacerlo de dos formas. La primera es la que indico en ésta receta, con clara de huevo. La segunda es con meringue powder.
 
Ponemos la clara en un cuenco y le vamos añadiendo de a poco el azúcar glas hast formar una pasta. Agregamos el zumo de limón hasta obtener el punto deseado. Cuanto más espeso lo dejemos, más nos va a costar bañar los alfajores.
 
Colocamos los alfajores sobre una rejilla con un cuenco o fuente debajo para recoger lo que vaya cayendo, y les damos un primer baño, procurando que los bordes queden bien cubiertos. Debemos esperar a que seque la primera capa para dar un segundo baño. Si es necesario tapamos el glasé con papel film. Si se quiere se puede aplicar un tercer baño, aunque con dos es suficiente. Dejamos secar completamente.
 
 
Como se ve en la foto, la masa queda sequita y con aspecto hojaldrado. Si la queremos un poco más sólida, podemos usar ésta receta.
 
El relleno se puede variar, desde luego. Podemos rellenarlos con nocilla, nutella, dulce de leche, dulce de limón, en fin, hay mil opciones. Así que ya no hay excusa, solo queda animarse a hacerlos en casa, personalizados!!!